En los últimos días se ha dado a conocer parte del contenido del anteproyecto de ley de la reforma fiscal por parte del gobierno. En esta reforma se han incluido ciertas modificaciones que afectan a distintas partidas que pasan a tributar cuando anteriormente no lo hacían.
Es lo que ocurre en materia laboral respecto a las indemnizaciones por despido, las cuales pasan a tributar a partir de 2.000 euros por año trabajado. Antes de este cambio las indemnizaciones solo tributaban en caso de que superasen la cantidad establecida por la legislación laboral, cuarenta y cinco días por año trabajado antes de la reforma, treinta tres tras la misma).
Dado el mínimo exento de 2.000 euros por año trabajado, las indemnizaciones por despido pasarán a tributar solamente cuando el trabajador despedido tenga un salario superior a 20.000 euros, en otro caso no tendrán que pagar a Hacienda por este concepto.
Esta medida se pondrá en práctica en los despidos que se produzcan a partir del 20 de junio de 2014.
Además, se recogen otras medidas como el incremento de la reducción aplicable a algunos trabajadores por cuenta propia o autónomos o la revisión de la reducción general por rendimientos del trabajo.